julio 20, 2010

Nueva Sala de Juntas



Admirar nuestra sala de juntas en corporaciones xerppa. El fin de semana pasado, ó como diría un estudiante del TEC, “delas güiquen”, Se inauguró oficialmente la sala de juntas de nuestra empresa: la sala de juntas Saturnino Cardozo o simplemente sala de juntas A.

Tempranito mandé un memo (mensaje de texto) a mi socio y dueño de la mitad de las acciones de corporaciones xerppa informándole que debíamos tener una junta urgente para discutir el futuro de la empresa. El lugar que elegimos para llevar a cabo la junta fue un bule (table-dance) en el centro de la ciudad donde no cobran cover, argumento valido que el secretario de finanzas de la empresa (o sea yo) utilizó acertádamente.

Llegué al bule con el resto de la alta gerencia  o sea yo, mi socio y un vago que nos venia siguiendo desde cuatro cuadras atrás. Tenía presencia y talento para acosar extraños por eso lo nombramos gerente de mercadotecnia dos cuadras antes de llegar al bule. Además solo pide hierba quincenal en lugar de efectivo. Otro argumento que fascinó al secretario de finanzas. En fin, cuando entramos al bule, después de un caluroso recibimiento, tomamos posesión de una mesa así como he visto que los ejecutivos japoneses lo hacen en clubes nudistas más caros (mucho más caros).


Mientras llegaban nuestras bebidas eche un vistazo al lugar. Mi mirada se clavo inmediatamente en shantal quien se encontraba iluminada por luces de neón en  la pista 2. Llevaba una ropa provocativa que dejaba ver  una sensual lonja colgaba con una cicatriz de cesárea que le daba un toque de peligrosidad. Una hermosa pieza reaggetonera comenzó y ella, al unísono, comenzó a…mmm…pues no podría decir bailar. Más bien era como caminar con cierto ritmillo. Dos pasos adelante dos pasos atrás. Vuelta. Una agachadita y vuelta de nuevo para dar otros dos pasitos hacia adelante.  (Parece letra de canción de Garibaldi, lo sé). 

En fin, comenzó la segunda rola y mi querida shantal seguía bailando con la misma puta actitud de hueva pero con la pequeña diferencia que se empezó a quitar la ropa. Cosa que me motivó a seguir viendo el performance. Me di cuenta que con ropa o sin ropa el pasito ojete de mierda seguía viéndose apático y hasta rayando en lo triste si no fuera porque, pues…ustedes saben…estaba desnuda.

Desalentado por el pobre show pero alentado por su desnudez, mi corazón experimentó un choque de sentimientos cuando, de entre las luces del escenario, alcancé a divisar la mirad penetrante de shantal  en cámara lenta como la mirada de Bruce Willis en Duro de Matar. Tomando vuelo desde lo más lejano de la pista (con tacones de 36 cm) saltó trenzándose del tubo con una elegancia y ala vez con una vulgaridad dio 3 o 4 vueltas sosteniéndose solo con sus piernas. Pirueta digna de unos juegos olímpicos o de bruce lee,  para después, de lo mas alto del tubo, comenzara  a bajar en slowmo sostenida de las manos y haciendo el moonwalk en el mismísimo aire mientras descendía. Ojala Michael Jackson hubiera visto eso antes de morir. 

De seguro la hubiera contratado para su concierto. Fue increíble. Ahora ya no solo la deseaba sino que la admiraba.

Terminada la canción (de chayanne) todo mundo se puso de pie aplaudiendo. Bueno, en realidad, todos gritaron como en un concierto de los backstreetboys y algunos se tocaron desesperados.


Conmovido por el performance de shantal y con las bebidas ya en la mesa me dispuse a iniciar la junta. Aunque nuestro director de mercadotecnia ya tenía a dos mujeres semidesnudas en sus dos piernas decidimos decir la junta con el resto de los accionistas y de la alta gerencia (o sea  el otro wey y yo)
Me puse mis anteojos de empresario y me dispuse  a sacar mis graficas y mostrándoselas al comité de calidad (o sea,  el otro wey) dije: -¿Cómo ve el crecimiento Licenciado?
-¿Cuál crecimiento papi?- se escucho una voz atrás de mi mientras unas manos con uñas tan largas como un chino mandarín me abrazaban y me respiraban al oído.

Cuando trate de mostrarle su insolencia por interrumpir la junta, el resto de la alta gerencia (o sea,  el otro wey) ya tenia a Kimberly, otra bailarina,  en sus piernas preguntándole si era piloto de carrearas. (Al parecer es una manera de ligar clientes. Subiéndoles el autoestima con afirmaciones ridículas. Aunque debo admitir que si me hubiera dicho a mi que me parezco a Batman me hubiera gustado además de que creo que si me parezco un poco).

En fin mi querido lector, asi son las teiboleras. Atacan en manada. La junta se echó a perder. Y la mujer que tenia en mis piernas, “channel”, como coco channel o como cuando le cambias a la TV (según sus propias palabras), no quería irse sin que les invitáramos  una bebida que, por alguna razón sexista, cuesta el triple para ellas que para un hombre. Quiso convencerme diciendo que mi nombre era sensual. ¡Obviamente eso ya lo sabia prostituta de cuarta! Come sea, tuve que pedirles, como todo unos caballero, que se retiraran para poder continuar la junta. -¿No es así Licenciado Godinez?-pregunte en voz alta.
-Así es-. Contestó el resto del comité de calidad y de la alta gerencia (o sea,  el otro wey) mientras sacaba la cabeza del enorme y majestuoso escote de kimberly.




Nueva Sala de Juntas



Admirar nuestra sala de juntas en corporaciones xerppa. El fin de semana pasado, ó como diría un estudiante del TEC, “delas güiquen”, Se inauguró oficialmente la sala de juntas de nuestra empresa: la sala de juntas Pepe Cardozo o simplemente sala de juntas A.

Tempranito mandé un memo (mensaje de texto) a mi socio y dueño de la mitad de las acciones de corporaciones xerppa informándole que debíamos tener una junta urgente para discutir el futuro de la empresa. El lugar que elegimos para llevar a cabo la junta fue un bule (table-dance) en el centro de la ciudad donde no cobran cover, argumento valido que el secretario de finanzas de la empresa (o sea yo) utilizó acertádamente.

Llegué al bule con el resto de la alta gerencia  o sea yo, mi socio y un vago que nos venia siguiendo desde cuatro cuadras atrás. Tenía presencia y talento para acosar extraños por eso lo nombramos gerente de mercadotecnia dos cuadras antes de llegar al bule. Además solo pide hierba quincenal en lugar de efectivo. Otro argumento que fascinó al secretario de finanzas. En fin, cuando entramos al bule, después de un caluroso recibimiento, tomamos posesión de una mesa así como he visto que los ejecutivos japoneses lo hacen en clubes nudistas más caros (mucho más caros).


Mientras llegaban nuestras bebidas eche un vistazo al lugar. Mi mirada se clavo inmediatamente en shantal quien se encontraba iluminada por luces de neón en  la pista 2. Llevaba una ropa provocativa que dejaba ver  una sensual lonja colgaba con una cicatriz de cesárea que le daba un toque de peligrosidad. Una hermosa pieza reaggetonera comenzó y ella, al unísono, comenzó a…mmm…pues no podría decir bailar. Más bien era como caminar con cierto ritmillo. Dos pasos adelante dos pasos atrás. Vuelta. Una agachadita y vuelta de nuevo para dar otros dos pasitos hacia adelante.  (Parece letra de canción de Garibaldi, lo sé). 

En fin, comenzó la segunda rola y mi querida shantal seguía bailando con la misma puta actitud de hueva pero con la pequeña diferencia que se empezó a quitar la ropa. Cosa que me motivó a seguir viendo el performance. Me di cuenta que con ropa o sin ropa el pasito ojete de mierda seguía viéndose apático y hasta rayando en lo triste si no fuera porque, pues…ustedes saben…estaba desnuda.

Desalentado por el pobre show pero alentado por su desnudez, mi corazón experimentó un choque de sentimientos cuando, de entre las luces del escenario, alcancé a divisar la mirad penetrante de shantal  en cámara lenta como la mirada de Bruce Willis en Duro de Matar. Tomando vuelo desde lo más lejano de la pista (con tacones de 36 cm) saltó trenzándose del tubo con una elegancia y ala vez con una vulgaridad dio 3 o 4 vueltas sosteniéndose solo con sus piernas. Pirueta digna de unos juegos olímpicos o de bruce lee,  para después, de lo mas alto del tubo, comenzara  a bajar en slowmo sostenida de las manos y haciendo el moonwalk en el mismísimo aire mientras descendía. Ojala Michael Jackson hubiera visto eso antes de morir. 

De seguro la hubiera contratado para su concierto. Fue increíble. Ahora ya no solo la deseaba sino que la admiraba.

Terminada la canción (de chayanne) todo mundo se puso de pie aplaudiendo. Bueno, en realidad, todos gritaron como en un concierto de los backstreetboys y algunos se tocaron desesperados.


Conmovido por el performance de shantal y con las bebidas ya en la mesa me dispuse a iniciar la junta. Aunque nuestro director de mercadotecnia ya tenía a dos mujeres semidesnudas en sus dos piernas decidimos decir la junta con el resto de los accionistas y de la alta gerencia (o sea  el otro wey y yo)
Me puse mis anteojos de empresario y me dispuse  a sacar mis graficas y mostrándoselas al comité de calidad (o sea,  el otro wey) dije: -¿Cómo ve el crecimiento Licenciado?
-¿Cuál crecimiento papi?- se escucho una voz atrás de mi mientras unas manos con uñas tan largas como un chino mandarín me abrazaban y me respiraban al oído.

Cuando trate de mostrarle su insolencia por interrumpir la junta, el resto de la alta gerencia (o sea,  el otro wey) ya tenia a Kimberly, otra bailarina,  en sus piernas preguntándole si era piloto de carrearas. (Al parecer es una manera de ligar clientes. Subiéndoles el autoestima con afirmaciones ridículas. Aunque debo admitir que si me hubiera dicho a mi que me parezco a Batman me hubiera gustado además de que creo que si me parezco un poco).

En fin mi querido lector, asi son las teiboleras. Atacan en manada. La junta se echó a perder. Y la mujer que tenia en mis piernas, “channel”, como coco channel o como cuando le cambias a la TV (según sus propias palabras), no quería irse sin que les invitáramos  una bebida que, por alguna razón sexista, cuesta el triple para ellas que para un hombre. Quiso convencerme diciendo que mi nombre era sensual. ¡Obviamente eso ya lo sabia prostituta de cuarta! Come sea, tuve que pedirles, como todo unos caballero, que se retiraran para poder continuar la junta. -¿No es así Licenciado Godinez?-pregunte en voz alta.
-Así es-. Contestó el resto del comité de calidad y de la alta gerencia (o sea,  el otro wey) mientras sacaba la cabeza del enorme y majestuoso escote de kimberly.




abril 25, 2010

Dios los hace y el TVYNOVELAS los une

 Otro caso de la vida real

Tarde de domingo en el gran pueblo de Guadalajara. Yo disfrutaba un delicioso café en uno de esos tantos lugares que hay donde sirven café y hay una sección de libros y revistas para leer. En frente de mi había una mesa vacía. Era allí donde se sentarían, por casi una hora, una pareja ya en sus cuarenta años a tener una agradable cita de amor. Obviamente con un toque de modernidad, ya que…pues, estaban en un café, como esas parejas que se ven en las películas.
 El, como Brad Pitt pero todo lo contrario: chaparro, gordo, con un tres pelos horizontales que intentaban ser un bigote y si, porque no decirlo, tenia cara de rata. Ella, aunque no era la mujer más guapa del mundo sin duda era mucho para él, y sin embargo, ella estaba, constantemente, con la cabeza agachada volteando con la mirada cada cinco segundos hacia su dueño y señor, esperando algún tipo de orden o esperando algún movimiento para, así, ella seguirlo inmediatamente. 

Podría asegurarles que no eran casados. La actitud de ella era de una segunda o tercera cita. Muy tímida. El, claro, llegó dos o tres metros por delante. Se sentó primero y antes de que ella se sentara, él volteó a verla, sólo por unos segundos, con una mirada que sonreía, una mirada cínica, de Casanova, pero que cuando veías a quien le lanzaba esa mirada lo único que se descubría era un hombre muy pequeño. Al ver aquella mirada, ella, casi a punto de sentarse, se volvió a parar y comprendió que ella tendría que ir a la barra por las bebidas y que tendría que pagarlas ella. La actitud de ella, yendo hacia la barra, era de fatiga repetida y constante, y de resignación.
Al ver a “María Asunción de los Agachados” ir a la barra por las bebidas, nuestro querido “Pancho Machos” se levantó y se dirigió hacia las revistas y tomo un tvynovelas, no sé si porque no había revistas de futbol o porque en la portada estaba una mujer enseñando los pechos con una pose no muy “natural y sepsi”, pero comenzó a hojearla con una actitud de ganador. Así es, a pesar de la cara de rata, tenia una actitud de ganador por la esclava que traía consigo y que seguramente la había costado “trabajo” conseguirla. Lo curioso es que su actitud de presunción no iba dirigida hacia todos los que estábamos ahí. Parecía como si presumiera a si mismo, algo raro de captar con palabras pero créame que así era. El vivía en un mundo totalmente aparte donde el era el gran toro bronco y las todas las hembras, sin excepción, perseguían su grande y poderoso pene. Algo raro y patético, algo digno de estudiarse en una clase de psicología o en una jaula de zoológico.



 Por fin llegó ella con las bebidas, las cuales puso en la mesa con mucho cuidado, como si tuviera miedo que Pancho Machos fuera a regañarla por alguna razón. Lo bueno fue que nuestro querido amigo no volteó ni siquiera a verla en ningún instante. Claro, el no podía distraerse de su lectura (cuando digo lectura me refiero a fotos de mujeres en traje de baño). Así pues, no dijo ni un gracias, ni un ya era hora, no suspiro, no sonrió, no se quejó, no hizo nada. (Probablemente un pequeño resumen de su vida). Yo no paraba de preguntarme como es que ella estaba con él, o más bien como es que alguien estaba con él, cuando veo que ella se dirige, también, hacia las revistas y tomo, sin dudar, un tvynovelas. Jaja. Ahora entiendo.

Aun así el nivel cultural de ella era de mayor magnitud ya que ella leía los horóscopos mientras que él solo se limitaba a ver las fotos. Aparte de que ella…pues, leía.

Un rato después de un cruel pero no incomodo silencio, el señor Pancho terminó de hojear su revista se puso de pie y fue a buscar otra revista para “leer”. Inclusive echo un vistazo a los libros. Dios mío, a que hemos llegado por tal de no hablar con ella.

Yo seguí leyendo mis asuntos, cuando… ¡Milagro! El comenzó a entablar una conversación con ella y mayor sorpresa aún fue cuando me di cuenta que la conversación trataba de un libro, si, así es de un libro que había tomado del mostrador. La conversación que de pronto quiso entablar no procedió. El le mostró el libro y algunas páginas, ella lo vio y sin hacer un sólo gesto ni decir una sola palabra regreso a sus horóscopos. A él no pareció importarle el desplante que había recibido. El miraba una y otra vez su libro con una sonrisa que me recordaba a la sonrisa de un niño de secundaria con un chocolate que le había regalado una edecán en la calle de promoción.

La curiosidad me carcomía por saber que clase de libro podría poner tan feliz a una persona así de tal manera que hiciera hablarle a su mujer. Hasta que por fin lo vi. Sorpresa, sorpresa, el libro era de posturas sexuales, ósea, lo mismo del tvynovelas pero con mejor pasta. 



Por el interés que ponía al hojear el libro pude deducir que muchas de las posturas que aparecían en ese libro eran completamente nuevas para el. Pero el era feliz con su libro, su sonrisa mostraba haber tenido ignorancia de este tipo de libros. ¡Oh Señor! ¿Dónde quedo aquel hombre fuerte y muy macho que ahora esta convertido en un niño de nueve años viendo su primera revista de Playboy.

Déjeme comentarle, mi querido lector, que este tipo de personas tiende siempre a la auto-superación ya que cuando yo creía que no podía verse más patético, ¡Bang! Voltea con su mujer y le muestra uno de los dibujitos con una de las posturas que mas le agrado de su preciado libro, poniendo la imagen a solo unos centímetros de su rostro diciéndole:-¡Mira!-.








 Ella, automáticamente retiro su actitud de molestia y resignación hacia él que había mantenido hasta ese momento y la cambió por una actitud de desprecio, pena y condescendencia hacia nuestro pobre personaje, volviendo nuevamente a sus horóscopos.

 Una vez habiendo terminado de hojear su novedoso libro de posturas sexuales, lo cerró y se lo ofreció a ella por si lo quería ver también. (Quiero aclarar que mientras escribo esto, estoy sonriendo). Ella obviamente lo rechazó. Él, sin poder soportar otro rechazo a su amado libro, le lanzó una mirada de odio y repulsión, como acusándola de ser una mujer aburrida y frígida.

Una vez rechazado el libro por tercera vez nuestro amigo lo colocó nuevamente en su lugar y procedió a sentarse de nuevo e ingerir su bebida sin verla a ella ni por accidente. Al parecer lo habían herido sin igual aquella tarde. (Yo me puse triste por eso)
Por fin, ella le dio la vuelta al zodiaco y cerro la revista un poco desilusionada. Al parecer su horóscopo le dijo que hoy saldría a tomar un café con el amor de su vida. Jaja. Que triste de verdad.
......................................... mok

marzo 14, 2010

RIALITI hechos reales en la ciudad

CONOCÍ UN CABALLERO JEDI

                 
Me encontraba en el café de diario. Era muy temprano para ver personalidades cuando lo vi entrar. Por un momento el tiempo se detuvo. Fue majestuoso. Entró como entra un guerrero que regresa de las cruzadas, glorioso y poderoso.  Se dirigió directamente hacia la barra donde lo esperaba Mirna para atenderlo. Pobre mujer, lo que tendría que vivir en unos momentos. Aquel guerrero era un hombre…perdón, era un ser  tan increíble que parecía broma. Voltee a las otras mesas haber si alguien se  había percatado de aquel extraño ser totalmente adelantado a su época que había entrado, pero nadie lo veía. Las tres niñas de BeverlyHills que estaban en la mesa de al lado ni lo voltearon a ver y la pareja de al fondo seguía  sin hablar. Pero todos verían a este ser,  porque el no llego solo a tomar un café, el llego en busca de miel.
             
Abriendo paso como emperador, aquel personaje vestía un atuendo imponente. Digno de relatar  a todas las generaciones futuras indicándoles que si llegaron a existir los seres que los antiguos llamaban nerds. Lucia una camisa amarilla con un logo impreso de StarWars, exponiendo un gran orgullo por poseer la fuerza en su interior, que créanme, era una gran masa de estomago donde podía almacenar “la Fuerza”. La camisa, que probablemente fue un premio de alguna peligrosa expedición a una convención de Jedis,  iba elegantemente fajada  con unas bermudas cafés no a la cadera, no a la cintura, no al ombligo, si no mas allá del ombligo. Bien podría haber desabrochado el fajo con su boca de lo alto que estaban aquellas, casuales pero elegantes bermudas. Para completar el conjunto primaveral unas calcetas que con un despliegue de finura se extendían por toda su pierna hasta casi llegar a la rodilla. Hermoso.

Entró, pues, este majestuoso personaje totalmente seguro de si mismo como si un día antes hubiera tomado un curso de auto-superación personal  y hoy se hubiera levantado de la cama  diciéndose a si mismo: “hoy vas a conseguir una novia muchachote guapetón”. Comenzó a inspeccionar el lugar en busca de una princesa que pudiera salvar  con su espada laser (celular con linterna). Busco en cada una de las mesas. Su olfato de hembras era increíble. Se sentía una mirada muy  intensa y salvaje detrás de esos lentes de 18 cm de grosor que me impedían ver la mirada de felino en busca de  gacelas.
            Con  un caminado lento y seguro, partió plaza dirigiéndose hacia la barra donde lo esperaba Mirna para atenderlo. Mirna, al igual que yo, ya había observado de pies a cabeza al imponente caballero Jedi. Un poco tímida lo vio venir hacia ella sin saber que estaba…perdón, estábamos apunto de recibir unas clases de seducción de alto nivel.                        

                               
LECCIONES DE SEDUCCION 
DE UN CABALLERO JEDI

Paso No1.     Pregunta  su nombre con una fantástica sonrisa.
Paso No2.    Pregunta algo banal como: “¿qué  tienes de beber?”  Nota: Si la mesera apunta    con ironía al enorme  menú que esta enfrente de ti, no te desanimes.
Paso No3.    Si  cometes una estupidez como esa, ríete de ti mismo así como chewbaca  se reía de Han Solo. Si ella sonríe, ten cuidado. Podría ser una sonrisa ventajosa para ti que te abriría el  camino a la felicidad o podría ser una sonrisa de fallo a favor de tu idiotez.                                                  
Obviamente, nuestro obtuso amigo, no pudo diferenciar estos dos tipos de sonrisa ya que Mirna claramente escogió la segunda sonrisa y Skywalker continuo con actitud de conquistador indomable.
Con esa misma actitud dio media vuelta con su bebida en mano y se dirigió hacia las mesas contiguas a la mía la cual estaba llena de quinceañeras vírgenes deseosas de un hombre ganador como él.
Dándose cuenta de esto, nuestro amigo tomo nuevamente porte de torero y se dirigió hacia ellas. Dios mío ten piedad de nosotros. Se sentó en una mesa que estaba solo a  unos cm de ellas estando todas las mesas desocupadas. Pero, a pesar de esto, ellas no lo voltearon a ver por estar absortas en una plática sobre atuendos y vestuarios a usar en una cercana fiesta. Pero como era predecible, el se haría notar. Y lo hizo al pronunciar fuerte y claro la gran pregunta: (Por favor, si usted tiene problemas para conseguir pareja, ponga atención a esta pregunta. Podría servirle algún día). -¿Estas revistas se pueden leer?-. Se lo repito mi querido lector: -¿Estas revistas se pueden leer?... Un silencio invadió mi mente. Ellas dejaron su constructiva plática de maquillaje y zapatillas para contestarle con un rápido y doloroso  “Si”. Respuesta que ya todos sabíamos incluyendo él. Después de esto siguieron con su plática. Cualquier mortal se hubiera dado por vencido a tal manifestación de desprecio pero no un caballero Jedi. No él que cuando ve una mujer la conquista así sea lo ultimo que haga.


 
Skywalker, anotando mentalmente otra palomita  más a su record de mujeres que sucumbían ante él, tomo una revista y comenzó a hojearla de una manera singular, ya que mantenía su mirada hacia ellas mientras le daba vuelta a las páginas. En ese momento recobre la razón de mi mismo y me di cuenta que llevaba ya varios minutos sin parpadear viendo al gran Caballero Jedi. Hice conciencia y continúe con mi lectura. De pronto se escucho una voz. ¡No lo puedo creer! ¡Esta leyendo!, ¡Leyendo en voz alta! Increíble!
           
Ahora si todo mundo volteó a verlo. Leyó un párrafo entero sobre la formación del rio Misisipi de una manera tan lenta y torpe que nadie lo podía creer. Una vez terminado de leer el párrafo, cerró la revista en un solo movimiento y volteó hacia ellas con una gran sonrisa, seguramente poniendo otra palomita en su lista. -Ahora saben que soy culto además de guapo- pensó.
             
Terminada esta deprimente escena, todos volvimos a nuestros asuntos con un cierto pudor. Tratando de olvidar lo sucedido, tratando de convencer a nuestro cerebro que nunca vimos lo que vimos. Pero el apenas comenzaba. ¡Oh Señor! El apenas comenzaba.
             
La curiosidad me invadía así que deje todo y comencé a observar. Y mi curiosidad fue satisfecha. Skywalker ataco de nuevo. Con una cara de confusión fingida tomo su celular y le tomo una foto a la revista que estaba leyendo. (Mi querido lector no voy hacer ningún comentario al respecto. Pero créame, así fue). Habiendo probado a todos que su celular tenía una tecnología avanzadísima, tomó su celular nuevamente, así como un Jedi toma su espada laser, y apunto directamente a las niñas y les tomo una foto. Yo me quede pasmado. Eso es ilegal en 36 estados y más si son niñas de apenas 13 años. Afortunadamente las niñas no se dieron cuenta por estar muy entretenidas hablando de los mejores traseros masculinos 2004-2005 de su salón de clase. Y yo lo estaba agradeciendo cuando lo veo, en cámara lenta, decir con una picara sonrisa:-Salen muy bien en las fotos, eh.-La premiación al trasero mas firme fue interrumpida para un: -Assh. ¿Qué le pasa?- contestaron ellas con su singular tono fresa sin darle mayor importancia pero con un dejo de miedo y precaución. ¡Ah, bendito país  donde podemos acosar a nuestras mujeres sin restricciones!

Terminado el proceso de seducción  (fallido), skywalker guardó su celular, como un caballero Jedi guarda su espada en la funda y viendo la casería de vírgenes fallida, parose y dirigiose nuevamente hacia la barra con Mirna. Para entonces mi mente ya estaba al cien por segundo y ya había pasado varias veces por mi cabeza que probablemente aquel personaje podía haber sido un asesino en serie psicópata. Pero afortunadamente no llego a más que una última conversación. Una delicia de conversación que sería egoísta no compartir con ustedes.

Jedi: -Mirnita, ya me retiro-  (¿Mirnita?, ¿Mirnita?, ¡Lleva 5 minutos de saber como se llama! Y ya dice Mirnita como si fuera amiga del alma).

Al no recibir más que una sonrisa de ella como respuesta, que más bien parecía una carcajada oprimida, el caballero Jedi continúo:

Jedi: Si… me retiro porque mañana me levanto temprano para ir al trabajo (nota: eran las 15.22hrs del día)

Mirna: (sonrisa).

Jedi: Si…Me levanto a las siete de la mañana. Trabajo de ocho a dos…no, no. De ocho a doce.

Mirna: (sonrisa).

Jedi: -¿Tu que estudias Mirnita?

Mirna: -Biología. (Sonrisa)-.

Jedi: -¿Sabías que la biología es una de las ciencias mas apasionantes que hay?- (Sabiduría adquirida de un maestro Jedi  a sus discípulos atreves de los tiempos)

Mirna: (sonrisa).

Jedi: -Bueno, ya me voy Mirnita. Nos vemos luego.-
            
 Y así, dando una vuelta, como un asesino a sueldo del viejo oeste dejando la barra del saloon, skywalker se retiró sabiendo perfectamente que  no había hecho mas que dejar suspiros en todas las mujeres del lugar.
          
 Pero esperen, a medio camino volteó lentamente, y con una sonrisa parecida a la de Jason Prestley, dijo… No, me corrijo. No le dijo,  le gritó: -¿Haber cuando nos vamos a tomar un café? (Nota: La pobre de Mirna trabaja todo el día en un café).
Mirna contestó nuevamente con una sonrisa camuflando condescendencia, como cuando una madre amorosa le contesta a su hijo que si, cuando este le pregunta si la luna es de queso. 

 
¡Error! Error Mirna. No puedes darle por su lado a un caballero Jedi. No puedes ser condescendiente. Esa simple sonrisa de lastima fue suficiente para que skywalker se regresara hasta la barra preguntando cuando sería un día  adecuado para verse. Mirna viendo las consecuencias de su abominable acto contestó, con una sonrisa, que no podía ningún día.
-Entonces nos veremos luego- Contestó el caballero Jedi desapareciendo en el horizonte.

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CONOCÍ UN CABALLERO JEDI
                Me encontraba en el café de diario. Era muy temprano para ver personalidades cuando lo vi entrar. Por un momento el tiempo se detuvo. Fue majestuoso. Entró como entra un guerrero que regresa de las cruzadas, glorioso y poderoso.  Se dirigió directamente hacia la barra donde lo esperaba Mirna para atenderlo. Pobre mujer, lo que tendría que vivir en unos momentos. Aquel guerrero era un hombre…perdón, era un ser  tan increíble que parecía broma. Voltee a las otras mesas haber si alguien se  había percatado de aquel extraño ser totalmente adelantado a su época que había entrado, pero nadie lo veía. Las tres niñas de BeverlyHills que estaban en la mesa de al lado ni lo voltearon a ver y la pareja de al fondo seguía  sin hablar. Pero todos verían a este ser,  porque el no llego solo a tomar un café, el llego en busca de miel.
            Abriendo paso como emperador, aquel personaje vestía un atuendo imponente. Digno de relatar  a todas las generaciones futuras indicándoles que si llegaron a existir los seres que los antiguos llamaban nerds. Lucia una camisa amarilla con un logo impreso de StarWars, exponiendo un gran orgullo por poseer la fuerza en su interior, que créanme, era una gran masa de estomago donde podía almacenar “la Fuerza”. La camisa, que probablemente fue un premio de alguna peligrosa expedición a una convención de Jedis,  iba elegantemente fajada  con unas bermudas cafés no a la cadera, no a la cintura, no al ombligo, si no mas allá del ombligo. Bien podría haber desabrochado el fajo con su boca de lo alto que estaban aquellas, casuales pero elegantes bermudas. Para completar el conjunto primaveral unas calcetas que con un despliegue de finura se extendían por toda su pierna hasta casi llegar a la rodilla. Hermoso.